sábado, 3 de enero de 2009

La carta a los Romanos - Parte 2

Síntesis teológica o estructuras subyacentes


Veamos ahora los grandes ejes temáticos de Romanos. Son la estructura oculta que surca toda la carta y muestra la profundidad del pensamiento paulino. Son como una conclusión que Pablo no escribió y que hubiéramos esperado al final de la carta, pero que en realidad aparece por debajo de todo lo que escribe.

En toda la carta, pero especialmente en el primer y el tercer bloque, hallamos un primer eje temático y una estructura argumentativa semejante: se muestra que ningún ser humano, judío o pagano, es merecedor de la justificación (el paso a la amistad con Dios); al contrario, Dios tendría derecho a negarla por el pecado de la humanidad. Sin embargo, la infinita misericordia de Dios desborda a través de Cristo para abrir a todos un camino de salvación. Más aún, también sobre los que lo rechazaron, a quienes justamente Dios podría dejar librados a su endurecimiento, Dios derrama su misericordia libre y gratuita, sin mérito alguno por parte del ser humano. Así, sobre el contraluz del rechazo del ser humano, Dios manifiesta mejor su absoluta y amorosa libertad, eligiendo tener misericordia de todos más allá e independientemente de cualquier mérito humano. Esto muestra que es insensato gloriarse en sí mismo o en alguna obra propia.
El primer eje es entonces el siguiente: “Situación de pecado de todo ser humano (necesidad de redención) – Redención gratuita que realizó Cristo en su Pascua – Imposibilidad e insensatez de gloriarse”.

Pero esto tiene consecuencias: a los que ya han aceptado a Cristo como Señor se los invita a descubrir la grandeza de la nueva situación de los justificados y a responder a la misericordia de Dios ofreciéndose a sí mismos, de manera que, bajo el impulso del Espíritu que renueva al ser humano a imagen de Cristo, puedan crecer en una vida nueva agradable a Dios. Pero en ese camino, lo que da sentido y valor salvífico a cualquier obra o actitud humana es el amor.
Entonces el segundo eje, predominante en el segundo y el cuarto bloque, es el siguiente: “Misericordia gratuita de Dios – Renovación obrada por el Espíritu – Ofrenda de sí mismo – Camino de crecimiento en el amor bajo el impulso del Espíritu”.

Este segundo eje muestra la dinámica que se produce bajo el impulso del Espíritu en el justificado, como un dinamismo que necesariamente sigue a la justificación. El amor infinito de Dios no nos deja iguales. Nos promueve para que pongamos lo mejor de nosotros mismos y participemos con nuestra libertad en un camino de crecimiento. Él no nos hace crecer sin nosotros. La justificación gratuita nos capacita para iniciar una nueva forma de vivir. Como todo procede de su amor gratuito, las buenas obras permiten un cierto discernimiento, pero nunca producen una certeza que lleve a la persona a gloriarse en sí misma.
Pero este segundo eje es siempre superado por el eje principal de la carta, que predomina en el primer y el tercer bloque: La misericordia gratuita de Dios en Cristo, que puede obrar, más allá de toda acción o actitud humana, aun en los rebeldes obstinados. Pablo piensa en primer lugar en los miembros de su propio pueblo rebelde, pero deja en suspenso el modo concreto como Dios podría concretar este designio misericordioso de salvación.

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Extraído de
"Pablo Apasionado",
Víctor Manuel Fernández.
Editorial San Pablo.

www.san-pablo.com-ar

1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY BUENA Y ENTENDIBLE EXPLICACION DE LO QUE OCURRE CUANDO NOS CONVERTIMOS. SOLO POR AMOR Y SU MISERICORDIA, RECIBIMOS EL PREMIO DE LA SALVACION OBTENIDA POR JESES EN SU DERRAMAMIENTO DE SANGRE EN LA CRUZ.!

ETELVINA