jueves, 11 de junio de 2009

Vida según el Espíritu

Las "perlas" de san Pablo
Vitaminas del Año Paulino


Yo los exhorto a que se dejen conducir por el Espíritu de Dios, y así no serán arrastrados por los deseos de la carne. Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas… Los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios.
Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y temperancia.
Frente a estas cosas, la Ley está de más… Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por él (Gálatas 5,16-25) .

Reflexión: “La lucha de las “obras de la carne” contra el Espíritu no termina nunca. San Pablo nos descubre que venceremos si nos dejamos guiar filialmente por el Espíritu”

Consigna: Dejarse llevar por la sabiduría del Espíritu para renovar el mundo.

Con los saludos y las oraciones del P. Benito Spoletini, ssp

1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY BUENA SU REFLEXION, P.Spoletini
la lucha mientras estemos en este mundo no termina nunca.
RECIBAMOS EL ESP.SANTO Y DEJEMONOS
GUIAR POR EL.


ETELVINA